Descubre cuál es tu nivel de adicción al teléfono celular
El celular se volvió una extensión de la persona. La sensación de que algo falta cuando el smartphone está apoyado en la mesada de la cocina cuando uno está en el cuarto, o la necesidad de sacarlo del bolsillo y “scrollear” sin ningún motivo aparente por el feed de distintas redes sociales pasó de ser un hábito a transformarse en una obsesión. Es cierto, el celular es hoy una herramienta imprescindible de ocio y de trabajo. Nos entretiene, nos conecta, nos mantiene informados y nos permite explorar el mundo desde una pantalla portátil. Compartimos lo que pensamos en un instante, y tenemos acceso a más información (y desinformación) de la que necesitaremos jamás. Pero, ¿qué ocurre cuando la relación que uno tiene con su smartphone afecta directamente las relaciones sociales, la conexión con el otro? ¿Y cuando se dedica más tiempo al mundo virtual que a la familia o a los amigos? Lo ideal sería alcanzar el “phone-life balance”, un equilibrio justo entre el uso del smartphon