¿Qué pasaría si nos moviéramos a la velocidad de un avión?


Estudios realizados por la NASA revelaron qué pasa con músculos y tejidos a una velocidad de 735 kilómetros por hora en condiciones extremas.


La misma idea de someterse sin ninguna protección a un viento de 735 kilómetros por hora parece absurda y hasta peligrosa. Sin embargo, en el año 1946 una persona valiente se ofreció a los especialistas de NASA, quienes intentaban de aclarar con un estudio si era posible para un piloto sobrevivir en una cabina sin protección, informa 'Daily Mail'.

Los científicos empezaron con un viento de 58 kilómetros por hora, sometiendo al voluntario a ese flujo de aire por unos cinco segundos. Con el aumento de la fuerza del viento el tiempo que el "sujeto №1" pasa, el flujo disminuye. Se nota que a la velocidad de 266 kilómetros por hora su ropa empieza a ondear y las mejillas a vibrar. Esa magnitud casi alcanza la del huracán Katrina, que fue una de las tormentas más destructivas en la historia de EE.UU.

El experimento reveló que podemos aguantar un viento de 735 kilómetros por hora sin sufrir algún daño significativo para nuestra salud, salvo dolores en la cara. Un experimento semejante, pero no relacionado, tuvo lugar en el año 1954, cuando el oficial del Ejército estadounidense John Stapp voló en su avión sin toldo a una velocidad de 917 kilómetros por hora sin sufrir lesión alguna.  

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