¿Vietnam, el quinto tigre asiático?
La segunda economía en crecimiento anual después de China tiene buenas oportunidades para llegar a ser otra gran historia del éxito, sostiene semanario británico.
¿Existe alguna economía en el mundo comparable con la china en el progreso alcanzado en las últimas décadas y un potencial de crecimiento enorme para el futuro? La revista 'The Economist' sostiene que sí: Vietnam.
Desde la primera victoria que las tropas de Hanói alcanzaron sobre Estados Unidos en la Guerra de Vietnam y el primer oro olímpico ganado por un atleta vietnamita durante la segunda jornada de Río 2016 (en tiro deportivo, Hoang Xuan Vinh) pasó poco más de medio siglo: exactamente 52 años. En este tiempo el país asiático recorrió un camino difícil, heroico e independiente y tuvo otros logros fundamentales que le permiten ahora seguir progresando.
Al lado de China: ventajas competitivas
La cifra básica que describe la situación en la economía de Vietnam es un 6% de crecimiento anual medio desde el año 1990: una ficha "fuerte y a menudo subestimada", según 'The Economist'. Es el segundo índice más alto de crecimiento en el mundo, después de China, y ya le ha permitido a la nación transformarse de uno de los países más pobres del mundo en uno con ingresos medios.
La inversión extranjera directa en Vietnam alcanzó un récord en el 2015 y sigue creciendo este año. La cartera de negocios con otros países llegó a los 11.300 millones de dólares en el primer trimestre del 2016.
La situación geográfica parece ser el factor más ventajoso para el desarrollo de Vietnam. "Su frontera con China, un detonante de conflictos en el pasado, es ahora una ventaja competitiva", resume el artículo editorial. "No hay otro país que esté más cerca del corazón manufacturero del sur de China, con conexiones por tierra y mar". A medida que se suben los salarios chinos, Vietnam se vuelve cada vez más atractivo para los inversores como un sustituto en el mercado laboral.
Mano de obra joven y barata
El país cuenta con una población relativamente joven: la edad media de un vietnamita es de 30,7 años, mientras que en China ha subido a 36 años. A eso se debe una gran oferta de la mano de obra que presenta la nación indochina. Y es bastante cualificada, teniendo en cuenta el gasto público en la educación, muy por encima de las cifras medias para el mundo en vías de desarrollo: aproximadamente el 6,3% del PIB anual.
Muchos países también cuentan con importantes recursos humanos, admite la revista, pero han mantenido durante décadas una política económica tan eficaz como la mantiene Hanói. Desde los principios de los 1990 el Gobierno ha estado muy abierto al comercio y la inversión extranjera, ganándose bastante confianza para que el capital internacional construya fábricas. También contribuyó bastante el modelo de desarrollo, con parques industriales a la cabeza, y una planificación estable a largo plazo.
Libre comercio
Vietnam es de los pocos países que sacará sí o sí beneficios de su inclusión en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). El proyecto corre el riesgo de ser cancelado si Donald Trump llega al poder en EE.UU. A juicio de los periodistas, Vietnam gana incluso si el grupo se desintegra, porque la participación en las negociaciones ya le ha ayudado a Hanói a hacer buena publicidad a nivel internacional de sus capacidades.
Sumando al TPP el acuerdo de libre comercio con uno de los cuatro tigres asiáticos, Corea del Sur (que entró en vigor en diciembre pasado) y el aún no firmado con la Unión Europea, el semanario concluye que Vietnam tiene oportunidades para llegar a ser pronto otra gran historia de éxito en Asia-Pacífico.
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