¿Por qué los hombres latinoamericanos adoran a las chicas rusas?

RBTH ha decidido preguntar a sus seguidores de Latinoamérica por qué les atraen las chicas rusas.

1. Las más guapas del mundo

Todos nuestros lectores de América Latina coinciden en que es difícil describir y comparar la "increíble belleza" de las mujeres rusas. "Son perfectas"; "mirar a sus ojos azules es como mirar al cielo"; "tienen un cuerpo impresionante, me dejan ciego" o "desde luego, son las más guapas del mundo"​ son algunos de los comentarios que recibimos de nuestros lectores latinoamericanos.

En algunos casos la admiración linda con la obsesión. "Yo sueño con ellas", reconocen unos. "Quiero casarme con una mujer rusa. ¡Qué vengan aquí!", exclaman otros.

2. Femeninas, cariñosas y sensibles

Pero no solo la belleza física atrae en las mujeres rusas. Nuestros lectores destacan también algunos rasgos de su carácter y su forma de ser: dicen que son cariñosas y sensibles. "Les gustan los piropos y cumplidos, les gusta que los hombres sean atentos con ellas y detallistas, y entonces ellas duplican su cariño hacia ellos. Al menos las rusas que yo conozco son así", cuenta Gustavo de México.

"A mí lo que más me gusta es que son muy femeninas: llevan tacones, faldas, siempre van arregladas, es poco frecuente en el mundo en el que vivimos", dice José de Argentina.

3. Exóticas

Nuestros lectores reconocen que en esa desmesurada admiración hacia las chicas rusas también hay una pizca de exotismo. "Parecen ser del otro mundo, son tan diferentes a las mujeres de acá", comenta Manuel de Uruguay.

"Son como la misma Plaza Roja, te atraen por su exotismo, misticismo, por la fama de ser las más guapas del mundo. Son como un mito", confiesa desde México Juan, que está casado con Irina de Irkutsk.

4. Sensuales

Otros comentarios de nuestros lectores (de los que nos atrevemos a citar solo algunos) afirman que las mujeres rusas son las más sensuales del mundo. "A mí, solo con ver sus ojos, me tienen seducido", se ríe Juan Manuel de Uruguay. "Te seducen con su mirada, por no hablar de todo lo demás", comenta Carlos de Argentina.